A Miguel Angel Estrella
Querido Chango, buen viaje en tu partida
Con los acordes de tu piano y la música del alma desde Bach, Chopin, Beethoven, las chacareras, las vidalitas, los tangos y la marcha infaltable de…” los muchachos peronistas…” con tu sonrisa y picardía de pibe de barrio fuiste sembrando “Música y Esperanza” en los barrios, en las villas, en los pueblos de tu Tucumán querido, acompañado con su canto por tu querida hija Paulita .
Hace dos días antes de tu partida encontré en un libro, una foto en blanco y negro en que estamos abrazados frente a la Catedral de Notre Dame en París, tu tierra de adopción del exilio, de vida y sueños de luchas compartidas entre Francia y la Argentina, tu corazón estaban ahí, cerquita una de la otra, la distancia del charco oceánico dejaban de ser distancia porque tu corazón tendio un puente musical y de lucha en la defensa de los derechos humanos con los pueblos a quienes llevabas solidaridad y tu sonrisa de pibe de barrio y tu firmeza denunciando las injusticias y reclamando los derechos de toda persona y en especial de los pobres y los jóvenes brindándoles la música que refresca el espíritu.
Recuerdo que me decías que cuando dabas un concierto en las comunidades indígenas, en los pueblos, y les tocas una Polonesa de Chopin, o una sonata de Beethoven y después una chacarera o una zamba, la escuchan con devoción, como un milagro que llega sus almas.
La resistencia contra las dictaduras imperantes en América Latina, la violencia la sufriste en la cárcel en Uruguay donde quisieron destruirte como persona y dañar tus manos para impedir que puedas tocar el piano, no pudieron; tu fuerza interior y voluntad fueron más que la dictadura.
Chango querido, te acordás el concierto en la UNESCO en 1981 con el Director General Federico Mayor Zaragoza, que me recibieron después que me otorgaran el Premio Nobel, tuviste el gesto de participar con tu música, y siempre recuerdo ese momento con mucha emotividad y agradecimiento. Ese día al terminar el concierto y salir a la calle me esperaba una grande de nuestra música, también en el exilio por defender la libertad, la querida Negra Mercedes Sosa. Seguro ahora Chango que se van a encontrar para el Concierto de las Estrellas y el Cosmos, y seguro que el Tata Dios estará en primera fila, acompañado por los 30 mil que dieron sus vidas para dar vida.
Son tantos momentos vividos de compartir la resistencia en diversas partes del mundo. Tú con la música y tu sonrisa de pibe de barrio que siempre tuviste para no perder la esperanza que “otro mundo es posible”.
Recuerdo a una amiga común, entrañable luchadora en defensa de los Derechos Humanos y de los pueblos en el mundo, Mme. Daniele Mitterrand cuando nos reuníamos y conversábamos sobre el caminar de los pueblos, sus luchas, las dificultades de las comunidades, siempre solidaria y firme desde su Fundación- France- Liberté”.
Querido Chango aquellos como vos que sembraron en tierra fértil en la vida, partieron, pero no se fueron, están presentes ahora y siempre en la mente y el corazón de vida de los pueblos.
Un abrazote hermano y a seguir andando.
Adolfo Pérez Esquivel
Buenos Aires 7- 4- 22
A Miguel Ángel Estrella