Señor Presidente electo
de la República Argentina
Ing. Mauricio Macri
Reciba mi fraterno saludo de Paz y Bien.
Quiero felicitarlo por el triunfo electoral con que el pueblo lo ha consagrado como Presidente de la Nación. Es una gran responsabilidad asumir los desafíos de la construcción democrática, junto a una sociedad que busca fortalecer su participación organizada en las decisiones y políticas que hacen a su vida y que reconoce en la integración continental y regional en defensa de los derechos humanos y de los pueblos, un horizonte de valores y obligaciones indivisibles que permiten superar la pobreza y el hambre y forjar nuevos caminos en el desarrollo. Desarrollo que debe proteger los bienes y recursos de nuestros pueblos y hacerse en equilibrio con la Madre Tierra, sin confundirlo con el crecimiento a cualquier costo, la explotación, la contaminación y la desigualdad.
La Argentina ha marcado caminos en la jurisprudencia nacional e internacional en materia de Memoria, Verdad y Justicia, sobre los que no retrocederemos como pueblo, así como con otros derechos conquistados en los últimos años y que deberían ser profundizados.
Hay además importantes asignaturas pendientes que el nuevo gobierno tiene la responsabilidad de asumir, como es el derecho de los pueblos originarios a sus territorios, identidad y valores culturales que contempla la Constitución Nacional y que son violados permanentemente.
La lucha contra la corrupción y el crimen organizado requiere de políticas integrales y la construcción de consensos sociales y políticos respetuosos de los derechos y promotores de la inclusión y el fortalecimiento comunitario.
A 10 años de la derrota del ALCA, Argentina no puede rifar los márgenes de soberanía ganados sometiéndose a la falsa libertad de los nuevos acuerdos de entrega pregonados, como el Tratado Trans-Pacífico o TISA. Así también en materia de endeudamiento y soberanía financiera, no es cediendo a los reclamos injustos de los fondos buitres, ni continuando de pagar deudas ilegítimas e ilegales a costa de las necesidades del pueblo, que se logrará sentar las bases de una economía fuerte y equitativa. Todo lo contrario. Ningún gobierno argentino debería asumir nuevas deudas sin revisar la legitimidad de lo que se está pagando y por fuera del control soberano.
Como con todos los gobiernos nacidos del mandato popular, estaremos abiertos al diálogo desde nuestra histórica postura de independencia de los partidos y los gobiernos, respetando las diferencias que hacen a la diversidad democrática.
Creemos que desde las políticas públicas es posible construir nuevos paradigmas de vida al servicio de nuestro pueblo.
Le reitero las felicitaciones tanto a Ud. como a quienes le acompañan en la conducción institucional del país, deseándole sabiduría y esperanza en los desafíos que las y los argentinos, todos los habitantes de nuestra patria, tenemos por delante.
Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nobel de la Paz
Presidente, Fundación Servicio Paz y Justicia y la Comisión Provincial por la Memoria.