Desde el Servicio Paz y Justicia, SERPAJ y el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Peréz Esquivel, hacemos llegar nuestra adhesión a Pablo Pimentel y demás compañeros de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, APDH, de La Matanza, quienes, en su lucha por la defensa de los derechos de quienes sufren la violencia institucional, están siendo calumniados y amenazados.
El caso de referencia, tiene que ver con el joven Gabriel Blanco que apareció muerto en el calabozo de la comisaría 2º de San Carlos, Isidro Casanova, partido de La Matanza, y que ante una segunda autopsia y reconstrucción del hecho, se determinó la prisión preventiva para 5 policías, que serán juzgados el próximo 16 de marzo. Si bien estos efectivos estuvieron detenidos, en diciembre del 2015 se les otorgó prisión domiciliaria, al mismo tiempo que declararon nula la pericia de reconstrucción.
Como los compañeros de la APDH de La Matanza debieron ser investigados por orden de la fiscalía, además de las amenazas que tuvieron que soportar, luego de varias movilizaciones y una audiencia con el entonces Gobernador Scioli, la causa fue desestimada, pero con la advertencia que si durante el juicio oral y público contra los policías aparecían elementos nuevos, abriría el expediente.
Es decir, ahora, estos compañeros, militantes por los derechos humanos deben soportar las amenazas y difamaciones por parte de quienes apoyan a los policías que conforman una corporación y que pueden hacer uso de poder y de violencia institucional.
Esperamos que la justicia actúe como corresponde y que nuestros compañeros de la APDH, puedan continuar su vida y su militancia dentro de la normalidad, para continuar con el acompañamiento de quienes los necesitan.
Buenos Aires, 07 de marzo de 2016
Adolfo Pérez Esquivel Coordinación Nacional
Premio Nobel de la Paz
Servicio Paz y Justicia (SERPAJ)