Democracia y Derechos Humanos

Un gobierno que privilegia el capital financiero sobre la vida del pueblo, está contra el pueblo.

El gobierno olvida que detrás de los números hay rostros de trabajadores, hombres, mujeres y niños que nos cuestionan e interpelan y reclaman una vida digna donde la práctica de la democracia y los derechos humanos son valores indivisibles.

 Cambiemos ha gobernado para un sector privilegiado de intereses económicos y abandonado al pueblo, las consecuencias de esa política acompañando por una creciente violencia institucional generó el hambre, el desempleo, el cierre de  fuentes de trabajo, sometió al pueblo a la deuda externa  ilegitima,  inmoral  e impagable, sin la aprobación parlamentaria.  El gobierno pretende amarrar a la Argentina a la política de los Estados Unidos en el continente, violando la soberanía nacional y condicionando al país a los intereses extranjeros, imponiendo la Law-fare, la guerra judicial sometiendo al poder judicial a los intereses políticos.

El rotundo fracaso del gobierno y la violencia  contra el pueblo pone en peligro la democracia. Cambiemos quiso imponer el miedo en la población y la respuesta fue contundente, “Basta de mentiras, basta de hambre”. Las PASO, el día domingo 11 de agosto dio respuesta a la política de gobierno que fue derrotado en las urnas de forma rotunda.

 De aquí a octubre para las elecciones es un tiempo que hay que recorrer con cuidado y mucha claridad política y social, recuperando valores para volver a reencontrarnos como pueblo y construir nuevos paradigmas de vida  democrática. Tener políticas públicas para enfrentar  la pobreza, el hambre y el desempleo no es tarea fácil, se necesita la suma de voluntades de los diversos actores sociales, sindicales, religiosos, políticos y educativos.

 Pensar en construir la unidad en la diversidad es el único camino para remontar la grave situación que deja el gobierno de Cambiemos.

 El urgente desafío es construir un nuevo Pacto Social con la participación ciudadana

Debemos enfrentar la política económica que deja postrado al país sometido a la deuda externa y la política especulativa del dólar, que daña la vida y desarrollo del pueblo.

Otra tarea a realizar es una auditoría de la Deuda Externa para determinar lo legítimo de lo ilegitimo y presentar el informe al Parlamento. Recuperar los organismos regionales como la UNASUR, la CELAC y el Mercosur destruidos por los gobiernos liberales.

Es necesario trabajar por la integración latinoamericana, potenciar y activar el Parlasur como instancia regional.

Denunciamos la actitud de Bolsonaro con su injerencia en la política interna de nuestro país amenazando con dinamitar el Mercosur y retirándose del mismo si la política del próximo gobierno argentino no se alinea al neoliberalismo e intereses de los EEUU.

El próximo gobierno tiene la responsabilidad de convocar a la reforma Constitucional para evitar que se tomen decisiones a espaldas del pueblo, como los acuerdos con el FMI.

Es necesario recuperar la independencia del Poder Judicial, hoy sometido al poder político y enfrentar la “Lawfare “–la guerra judicial impuesta en el continente y en nuestro país.

 El pueblo se ha pronunciado categóricamente el domingo 11 de agosto, fue un “nocaut técnico”. Es un primer paso, porque es necesario continuar trabajando en recuperar espacios de integración y desarrollo del país, educación y salud pública,  los centros de investigación científica y empresas nacionales.

En definitiva privilegiar la dignidad del pueblo y no a los mercaderes financieros.

 

 

Adolfo Pérez Esquivel                                            

Bs. As. 20 de agosto del 2019.-

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