“Los niños necesitan el apoyo de toda la sociedad, para que se respeten
sus derechos como sujetos sociales, necesitan la comprensión y la ternura
del pueblo para hacer valer sus derechos a una vida digna”.
Adolfo Pérez Esquivel
Durante estos días se escribieron cientos de artículos sobre la utilización, la manipulación de hechos, imágenes y palabras “expresadas” por un niño de 11 años, en el programa Periodismo para todos, del domingo 16 de julio, conducido por Jorge Lanata, que se emite por canal 13.
Desde SERPAJ repudiamos enérgicamente esta manipulación por parte del programa la cual denunciamos. Por otra parte nos solidarizamos con la familia del pequeño y acompañamos la denuncia efectuada por la madre y por el MTE, quienes fueron los primeros en salir hacer la denuncia pública, mostrando que el niño no se encuentra solo, que hay una organización detrás que lo está acompañando.
Por supuesto que nos sumamos al resto de organizaciones y personas que con argumentos sólidos y conocimiento del estado de la infancia levantaron su voz contra esta aberrante puesta en escena.
Hasta el momento ningún estamento del Estado encargado de la protección de los derechos del niño hizo pública su preocupación o puso en funcionamiento medidas que garanticen el bienestar del pequeño.
Ya se dijo que hubo vulneración de derechos, manipulación, montaje, extorsión y hasta se habló de “secuestro” para la realización de la nota. Afirmamos que este hecho solo conduce a reforzar la posición del gobierno que impulsa una reforma del Régimen Penal Juvenil, centrándose en la baja en la edad de punibilidad a pesar de las recomendaciones en contrario de un amplio espectro de organizaciones y organismos tanto nacionales como internacionales. Como lo señaláramos infinidad de veces esta propuesta es ineficaz refuerza la idea que los niños, niñas y adolescentes de los sectores populares son peligrosos, con medidas como estas se tiende a fomentar la violencia hacia ellos aumentado su vulnerabilidad y siendo presa fácil de la persecución policial y de bandas delictivas.
Suponiendo que el relato del niño sea real, se preguntaron (sugerimos a la productora del programa que lo haga y lo investiguen) ¿Cómo el niño consiguió el arma? ¿Quiénes venden las drogas? O ¿Dónde y cómo funcionan los desarmadores de autos? La respuesta: son bandas delictivas mafiosas dirigidas por adultos. Señores, la conclusión es sencilla:
«El niño NO es peligroso está en peligro”
No se confundan.
Adolfo Pérez Esquivel