«Si mañana se termina el mundo, no dejaré de sonreírle a la vida»
Memoria del 4 de Abril- 1977-2020 Por Adolfo Pérez Esquivel.
Hoy 4 de Abril es el aniversario del asesinato de Luther King, luchador incansable en defensa de los Derechos Civiles junto a sus hermanos de color en los EEUU. Dio su vida para dar vida, recuerdo que decía que: “Si el mundo termina mañana, igual plantaré mi manzano”.
Un día como el de hoy hace 43 años fui detenido en el Departamento de la Policía Federal y llevado a la Superintendencia en la calle Moreno al 1500 y encerrado en el “tubo 14”, un centro de torturas, en ese calabozo maloliente se sentía el dolor de un pueblo bajo la dictadura militar, cuando la guardia abre la puerta veo muchas inscripciones, insultos, oraciones y una gran mancha de sangre y escrito con esa misma sangre de un prisionero o prisionera, “DIOS NO MATA”, un acto de fe que me conmueve la vida.
Hace 43 años en la prisión viví el primer día de la Semana Santa, rezo y pienso en el calvario y sufrimiento de Jesús por la humanidad de todos los tiempos del ayer y de hoy.
Hoy 4 de Abril del 2020, la vida nos sorprende siempre con sus luces y sombras y en estos momentos de la humanidad, vivimos en un mundo convulsionado y sufriente de guerras, conflictos, hambre y la pandemia del coronavirus que no tiene fronteras, que ataca a los poderosos de la tierra y a los más humildes. La peste que amenaza y cobra vidas a la humanidad es implacable y es urgente sumar voluntades para enfrentarla.
Tenemos que ver los signos de esperanza, de hombres y mujeres que asumen la lucha por la vida, médicos/as, enfermeras/os, pueblos que se ponen de pié para construir y no destruir, que defienden la Casa Común, éste pequeño planeta del cual somos parte y que debemos respetar y amar.
La humanidad necesita volver su mirada para recuperar el sentido de la vida, la convivencia, la diversidad y encontrar los caminos de la Paz antes que sea tarde. Hay voces que deben ser escuchadas como la del Papa Francisco, de científicos, de hombres y mujeres que tienen la sabiduría de sus pueblos, escuchar a los ancestros, señales que marcan que estamos al final de una época y el mundo necesita generar un “NUEVO CONTRATO SOCIAL”, un Nuevo Orden Mundial de derechos e igualdad entre los pueblos, no de la especulación financiera que genera deudas inmorales e injustas, una economía solidaria al servicio del desarrollo de la vida y el respeto de la Madre Tierra.
Reclamar a los poderosos que tienen pies de barro y que están sufriendo el flagelo de la pandemia del coronavirus, como los EEUU, levantar el bloqueo a Cuba y Venezuela, transformar las “armas en arados”, como lo anuncia Isaías- abrir la mente y el corazón antes que sea tarde.
Muchas veces he señalado que si la utopía no existe, tenemos que tener la capacidad de inventarla. Cómo la planteamos en el Foro Social Mundial- “Otro Mundo es Posible”.
Hoy a 43 años en el mundo y en nuestro querido país, caminamos entre luces y sombras, sin perder la esperanza; hay muchos hombres y mujeres solidarias que están junto a los más necesitados, tenemos un gobierno que está implementando políticas sanitarias y sociales para superar la grave situación que vivimos y lo hace con fuerza y esperanza . Les pido a todos y todas que sumemos esfuerzos sin perder la diversidad, buscando la unidad para encontrar caminos superadores en bien de nuestro pueblo.
Si mañana se termina el mundo, no dejaré de sonreírle a la vida. Un abrazo fraterno de Paz y Bien