De deudas y buitres

 

El Congreso de la Nación debate seguir sometiendo el país a los dictados de un tribunal extranjero, dando de comer a los insaciables capitales financieros, profundizando el endeudamiento iniciado hace 40 años por la dictadura cívico-militar y sus consecuencias nefastas de dependencia, empobrecimiento, desempleo y dominación.  La mayoría de la Cámara de Diputados ya ha dicho sí a la ignominia.

Son vergonzosamente pocas las voces que se levantan, dentro del recinto, para rechazar la extorsión del Poder Ejecutivo y sus pretendidos aliados transnacionales y asumir sus propias responsabilidades, como parlamentarios, por la protección de la soberanía y los derechos de quienes se dicen sus representados, el pueblo argentino.

Algunos evocan un tono nostálgico, haciendo Memoria de su otrora oposición al pago de una deuda ensangrentada, ilegítima y fraudulenta para intentar convencer, aunque sea a sí mismo, que exigir Verdad y Justicia, pretender ejercer sus funciones soberanas y constitucionales, ya pasaron de moda. Otros dudan que el acuerdo que propone el Ejecutivo, a fin de cumplir con las exigencias del tribunal neoyorquino, realmente redundará en el paraíso prometido pero no tienen la valentía de señalar que el rey, de verdad, está desnudo.

No es “normal” acordar pagos multimillonarios para una deuda comprobadamente ilegítima, ilegal e impagable. No es “endeudándonos para pagar deuda” que se va a resolver los desafíos de inclusión, empleo, bienestar para todos y todas así como protección a la madre naturaleza.

Llamamos nuevamente a los miembros del Congreso de la Nación, en especial a los Senadores que aún tienen oportunidad para mostrar su apego a la ley y los derechos humanos, al Presidente de la Nación y su gabinete, a asumir sus obligaciones para con el pueblo argentino, no con supuestos acreedores ni los interesados de siempre – tanto adentro como afuera del país – en seguir saqueando la riqueza que aquí abunda. Tienen  primacía los derechos humanos, los derechos del pueblo, por sobre todo.

Los llamamos a poner fin al sometimiento a tribunales extranjeros, a investigar e impulsar los juicios pendientes en jurisdicción nacional para establecer la clara ilegitimidad e ilegalidad de la deuda que se busca seguir pagando, profundizando la práctica de “pagador serial” inaugurada por el anterior gobierno y continuadora de las prácticas de pago que lo antecedieron. No hay que “honrar” sino sancionar a los responsables de tamaño crimen contra el Estado y el pueblo. Mientras se investiga, es necesario suspender todo pago. Al respecto, llamamos a revertir la inoperatividad de la Comisión Bicameral de Investigación de la Deuda creada el año pasado, y a partir de los más de 477 ilícitos comprobados judicialmente ya en el año 2000, en la Causa Olmos, avanzar en el esclarecimiento, sanción y reparación de los crímenes y violaciones de la deuda.

Asimismo, como hemos planteado siempre desde Diálogo 2000 y la Asamblea por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda y por la Defensa del Patrimonio Nacional y los Bienes Comunes (ver Declaración reciente al respecto) , es necesario consultar al pueblo argentino antes de seguir pagando una deuda que le sigue costando caro, y continuar endeudándole no para su bienestar o desarrollo sino para ejecutar una política de entrega, ajuste, empobrecimiento y saqueo.

A 40 años del último golpe cívico-militar, hay que impedir la consolidación de las políticas por ello inauguradas.  Los únicos acreedores legítimos son el pueblo, sus derechos, la madre naturaleza.

– Buenos Aires, 16 de marzo de 2016

Por Diálogo 2000 – Jubileo Sur Argentina:

Adolfo Pérez Esquivel Nora Cortiñas Mirta Baravalle Beverly Keene Gladys Jarazo

 

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