Lula junto al pueblo

Esperamos los resultados de la segunda vuelta en las elecciones en Brasil, con expectativa, están  en disputa  dos modelos de país distintos y antagónicos.

El triunfo de Lula es fundamental para enfrentar los desafíos del pueblo brasileño y marca el camino de integración en todo el continente latinoamericano hacia la unidad y soberanía de los pueblos.

No podemos dejar de lado la polarización política en Brasil en la campaña electoral que con diversos signos han incrementando los discursos de odio, imponiendo el miedo y desconfianza que marcaron los medios hegemónicos de comunicación, sectores de la derecha económica y la intervención política  de iglesias electrónicas.

Lula fue sometido a  juicio por el juez Aldo Moro imponiendo la “Lawfare”  para condenarlo a prisión sin pruebas y sufriendo ataques de todo tipo para neutralizarlo e impidiendo presentarse como candidato en la elección, donde se impuso Bolsonaro con su partido de derecha.  Mecanismo utilizado en diversos países para neutralizar a gobiernos populares de izquierda y dar “golpe de Estado blandos”

Lula vuelve por tercera vez a la presidencia de Brasil superando todas las dificultades que tuvo que vivir, asumiendo la responsabilidad de luchar contra el hambre, la pobreza, trabajar para el desarrollo, la educación y la salud del pueblo, la integración con los países de la región, recuperar y proteger la Amazonía, castigada y destruida por la deforestación y daños ambientales, además de la persecución a los pueblos originarios y  expulsión de sus territorios por el gobierno de Bolsonaro y  los terratenientes

La tarea de recuperar y avanzar para alcanzar una vida digna requiere mucha firmeza en las políticas sociales del gobierno, pero sólo las puede implementar con el apoyo y participación popular.

La derecha fue derrotada en las elecciones pero no fue vencida, y ejercerá todo su poder y mañas ya manifestada con su discurso del odio y enfrentamiento; no será una oposición constructiva para superar las dificultades que vive el pueblo, en especial los favelados, los pobres, los indígenas, campesinos y las mujeres.

En el tiempo de prisión en Curitiba, Lula no se quedó lamentando su desgracia, estudió, planificó estrategias y estudió la situación nacional e internacional, asumió la resistencia cultural de pensamiento crítico y valores, siempre tuvo presente a su pueblo y a los más pobres y la necesidad urgente de luchar contra el hambre y promover el desarrollo de su país.

Recuerdo las visitas en la cárcel, la preocupación y necesidad de hacer realidad lo que el Foro Social Mundial levantaba como necesidad urgente: “Otro Mundo es posible”, y es posible si se suman voluntades y comparten el mismo caminar los pueblo para lograr hacerlo realidad.

El pueblo te acompañó durante tu prisión y todas las mañanas te saludaban “Buenos días presidente” a los gritos para que los escuches desde tu celda.

Compañero Lula, mucha fuerza y esperanza:  “quisieron enterrarte en vida políticamente y fueron derrotados”.

Te acusaron y levantaron todo tipo de calumnias y a pesar de tanta oscuridad  y mentiras, levantaste con firmeza tus convicciones y principios, sin odio, ni revanchismos;  que tu gobierno será para todos los ciudadanos y ciudadanas, incluso para aquellos sectores que no te votaron.

Recuerdo a Pedro Casaldáliga, Obispo de Sao Felix de Araguaya, quien decía de un antiguo proverbio: “La hora más oscura es cuando comienza el amanecer”, siempre buscas la luz y la esperanza  y ser coherente entre el decir y el hacer al servicio del pueblo.

¡!!!!!…Lula- Hasta la Victoria Siempre…¡¡¡¡¡

Adolfo Pérez Esquivel

1 noviembre  de 2022.-

Lula junto al pueblo
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